El 40% de los delitos de odio registrados en 2019 fueron cometidos por adolescentes y jóvenes menores de 25 años

Es fácil encontrar ataques a un determinado colectivo por su origen, su raza o su identidad sexual en Twitter, Facebook, Instagram… Esto hace que las redes parezcan un campo minado, un lugar poco acogedor en donde nos da pereza relacionarnos. En algunos casos, pensamos que estos mensajes no tienen importancia, que es mejor dejarlo pasar, pero podrían suponer un delito de odio. Desgraciadamente, en 2019, el 40% de estos actos criminales fueron cometidos por menores de 25 años.

Por eso, desde YMCA hemos puesto en marcha un proyecto para conocer qué es el discurso de odio, cómo afecta a la juventud y, con la ayuda de este colectivo, prevenirlo y denunciarlo.

El primer paso, por tanto, es definir el problema: el odio no es un delito en sí mismo. Eso sí, depende del tipo de mensajes que publiquemos, puede convertirse en uno. Así, sí sería un delito si publicamos contenido que ataca a otra persona en base a un prejuicio, es decir, la víctima se elige porque pertenece a un colectivo (LGTBIQ+, personas con un color de piel diferente o con otra ideología).

El siguiente paso, por tanto, es contar con los y las jóvenes para erradicar el discurso de odio. Por eso, hemos puesto en marcha un proyecto para crear con ellos/as grupos de acción contra esta lacra. Para que, de esta forma, sean capaces de detectar, prevenir y denunciar los delitos y discursos de odio racistas y xenófobos.

Juntos/as, aspiramos a eliminar todo lo tóxico de Twitter, Instagram, Facebook… para relacionarnos en internet sin tener que defendernos continuamente por cómo somos.

El programa Empoderamiento juvenil para la prevención de los delitos de odio por racismo o xenofobia está financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad social y migraciones y el FAMI.