Confiar no es delito. Presionar, amenazar o difundir sin consentimiento, sí.
A veces el mundo intenta colarte el mismo truco de siempre: que las cosas “no son lo que son”, que “igual estás exagerando”, que “tú te lo buscaste”. Y de repente lo obvio deja de serlo.
Pausa. Respiramos. Porque aquí va la verdad sin filtros: en internet el culpable es únicamente quien comete el delito, no quien lo sufre.
“Te comiste un bait” es una campaña para poner nombre a la ciberviolencia sexual, quitarle la corona a la culpa (spoiler: no te pertenece) y mover el foco donde toca: en quien presiona, acosa, amenaza o difunde sin consentimiento.
Que no te líen: ponle nombre
No es “drama”. No es “cosas de redes”. No es “lo que hay”.
Estas situaciones sí son delito:
- Ciberacoso
- Sextorsión
- Grooming
- Ciberviolencia sexual
- Slut shaming
Y lo repetimos porque funciona como antídoto: la culpa es de quien lo comete, no de quien lo sufre.

