La discriminación nos impide crecer, compartir y aprender de los demás.

Esta semana en Valladolid, Huesca y Valencia tenemos preparados tres días de celebración con diferentes actividades de sensibilización y toma de conciencia sobre los estereotipos que existen en torno a la tolerancia. Organizaciones sociales y otras entidades de cada una de las ciudades han colaborado en el desarrollo de las actividades, juegos y talleres que tuvieron lugar. Tanto en Huesca como en Valencia, estas jornadas se realizaron en el marco del Programa de Atención Integral a Población Inmigrante (PAIPI) que llevamos a cabo gracias al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. 

En una sociedad con tantas culturas como la nuestra, conseguir que los ciudadanos sean tolerantes y convivan de manera pacífica supone un reto y una necesidad para todos. Desde la escuela, la familia o en cualquier ámbito cultural o educativo, trabajamos juntos para que el respeto y la tolerancia erradiquen la injusticia y la marginación. La educación es clave para promover prácticas que favorezcan la inclusión y ayudar a los jóvenes a desarrollar una actitud cooperativa y constructiva en sus entornos.

Según Erica Cabrero, responsable del centro de Huesca: “A veces pensamos que somos una sociedad tolerante y que cada uno de nosotros lo somos, pero a la hora de la verdad no somos tan abiertos como consideramos. Aún queda mucho por hacer”.

Tenemos la responsabilidad de educar desde el respeto y la libertad, creando conciencia y sensibilización a través de nuestro propio ejemplo y ofreciéndoles modelos de conducta positivos. Porque convivir con personas de otras culturas o con personas que piensan distinto a nosotros es algo que nos enriquece y nos hace mejores. Las diferencias nos hacen especiales y únicos. 

¡Aprovecha cada día las oportunidades para practicar la tolerancia!